Mario Levrero, un referente de la literatura contemporánea (Montevideo, 1940-2004)

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Su escritura evidencia la capacidad que tenía para mirar—dentro de una imagen interior propia—la luz desde la oscuridad de un otro, ese doble que todos tenemos pero al que es complejo acceder. Justamente, al reconocer Mario a su doble, consiente su papel protagónico, y a partir de este proceso construye su trabajo literario. Así, pues, yo nombro, si es que hay que llamarla de alguna manera, como luminosa su literatura, literatura luminosa.

-Carmen Simón

“Un estilo y una imaginación como los de Levrero son raros en la literatura escrita en español.”

— Antonio Muñoz Molina

 

“El hombre que jamás murió.”

— Germán Beloso, Arcadia

“Mario Levrero es un genio.”

— Enrique Fogwill.

 

“Mario Levrero es para las letras latinoamericanas el gran descubrimiento de este siglo.”

— Revista Eñe, diario Clarín

 
https://culto.latercera.com/2019/04/24/correspondencia-luminosa-levrero/

Creo que todo aquél que haya asistido a los talleres de Mario Levrero es un testigo de cómo destacaba primero los méritos que pudiera ofrecer el texto (“algo hay siempre”, me decía) y luego, sin necesidad de desollar al alumno, le señalaba lo que no funcionaba.

Además, antes que su opinión, siempre propiciaba la del resto de los participantes para procurar una mayor libertad de expresión. Esta manera de conducir la crítica y el análisis literarios le aseguraba la armonía entre los integrantes de sus grupos. Pero hay algo más trascendente aún. El hecho de que con su método Mario lograra que cada alumno tuviera su estilo personal, garantizaba de forma natural la no competencia, ya que el alumno, en vez de perder energías y tiempo yendo tras una presa próxima, iba tras su voz propia, la que le daría originalidad e independencia.

— Carmen Simón

Entrevista imaginaria con Mario Levrero

por Mario Levrero

En los procesos creativos de Mario Levrero se evidencia su capacidad de ver la oscuridad sin perder la luz.

El taxi del aeropuerto me dejó en Bartolomé Mitre 1376. Tuve que respirar profundamente una y otra vez ante el momento que tantas veces construí en mi imaginación. Era una radiante tarde de octubre. Estaba de vuelta en Montevideo después de tantos años, y estaba frente al severo portón de hierro y vidrio del edificio donde tenía su apartamento Mario Levrero. Sobre la acera dejé descansar mi maleta con sus estridentes tonos rojos, que se disparaban del paisaje en marrones, grises, azules y negros. Contemplé otro rato más el umbral que habría de atravesar. La revelación me había llegado al decidir el viaje…

 “Se podría arriesgar que el nombre de Levrero compone hoy, junto al de Fogwill y al de Roberto Bolaño, una suerte de canon involuntario latinoamericano de comienzos de siglo.”

— Maximiliano Tomas

“Levrero es el reverso corriente de Kafka, una sombra manoseada de Camus en clave cómica.”

— Babelia, El País

“(…) Su lectura nos introduce en una experiencia del orden de lo irreversible, salimos de la lectura y encontramos otra realidad, por el simple hecho de que algo en nosotros ha cambiado, de que nuestra mirada ya no es la misma.”

— Germán Beloso, Arcadia

“Todos somos hijos suyos.”

— Álvaro Enrique

¿QUIÉN ES MARIO LEVRERO?

Por ELVIO E. GANDOLFO

Su nombre real era Jorge Mario Varlotta Levrero y desde su muerte, en 2004, sus lectores se multiplicaron. Obras críticas y el rescate de los más increíbles papeles privados son testimonio de un fanatismo en aumento. Vivió últimos sus años en un departamento con vista a la Plaza Independencia, donde realizaba sus talleres, y donde fue “abducido” por la computadora…